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CONCIERTO DE NAVIDAD. CORO Y ORQUESTA 2018

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Fotos cedidas por Manuel González Durán

EXCELENTE CONCIERTO DE NAVIDAD DEL CENTRO FILARMÓNICO EGABRENSE, EL 29 DE DICIEMBRE DE 2018 EN EL TEATRO “El Jardinito” de CABRA.

Un año más, nuestro Centro Filarmónico Egabrense ha presentado su Concierto de Navidad, en el Teatro “El Jardinito”, anoche 29 de diciembre de 2018. De excelente, artísticamente, se puede catalogar este concierto, que ha sido montado con mucho cariño, para presentarlo ante el público egabrense en estas fechas navideñas, público que ha respondido con una entrada aceptable, pero no la que sería de desear, por el trabajo que ponen los músicos filarmónicos en su preparación.

Un programa compuesto de tres partes, ha sido lo que hemos escuchado en el coliseo de la Avda. Fernando Pallarés, que ha sido interpretado por la Orquesta y Coro de la institución musical, en una interpretación muy digna.

A las 20:30 horas como estaba señalado, desde el proscenio, el Presidente del C.F.E. Manuel Molina Jiménez hizo la presentación del concierto, agradeciendo a los asistentes su presencia, diciendo lo que se iba a tocar en tres partes, que figuraba en el programa de mano que todos tenían. Se abrieron las cortinas y aparecieron los miembros del coro en el escenario, luciendo las féminas un vestuario elegante y vistoso, traje negro y foulard rojo. Ellos traje también negro y corbata de pajarita.

 

Con su director al frente, Manuel Calahorro Guijarro, conocido organista de Cabra, que presta su arte en la Catedral de Córdoba, en esta primera parte del concierto llevó al coro con maestría en su actuación. Las voces solas, “a capella”, cantaron los siguientes villancicos y canciones, consiguiendo un empaste perfecto y una ejecución muy lucida, en la que brilló la buena afinación y timbre vocal.

Les escuchamos por este orden:

“Fuentecilla que corres” Popular andaluz, E. Cifré, precioso villancico.

“Una rosa ha brotado” M. Praetorius (1571-1621) villancico barroco de una gran musicalidad.

“¡Ay linda amiga!” y “Dindirindin”, ambas del Cancionero de Palacio (siglo XVI).

“En Belén tocan a fuego” villancico popular burgalés de E. Cervera, muy bello.

“Pampanitos verdes” Popular andaluz, muy rítmico.

El piano de Manuel Molina Carrillo (bueno, el magnífico piano del Teatro), acompañó con su calidad ejecutoria ya sabida, en dos de ellos y posteriormente Manolo utilizó el clave, para la parte barroca del concierto. Recibieron muchos aplausos tras cada una de sus actuaciones.

Para la 2ª parte, la orquesta ocupó los atriles y la batuta de Manuel Aguilar Aranda, meticulosa como yo siempre digo, logró una actuación inmejorable, como lo era el programa que presentó, medio barroco medio navideño.

Primero la “Sonata nº 8 en mi menor” del Padre Antonio Soler (Olot 1729-San Lorenzo de El Escorial 1783) fue dicha con sumo gusto por la orquesta y sonó sutilmente toda ella, incluidas las correspondientes matizaciones. Los aplausos refrendaron esta actuación.

Después vino “la perla de la noche”, el “Concierto en la menor RV 461 para oboe y orquesta” de Antonio Vivaldi (Venecia 1678-Viena 1741) que también fue sacerdote católico, concierto en tres movimientos allegretto-largo- allegro que tuvo un solista excepcional, Francisco Olmo Morales (ya repetía como solista tras su éxito del año pasado), otro joven egabrense que con su saber y hacer, Cabra puede ser considerada CIUDAD DE LOS MÚSICOS SOLISTAS (todos sabemos los que ya hay).

Francisco Olmo Morales nació en Cabra en 2004 y ha estudiado en el Conservatorio Elemental de Música de su ciudad natal y en el Profesional de la vecina Lucena, primero piano y después ha pasado al oboe, con el que continúa sus estudios musicales con la profesora María Fernández Bueno.

La orquesta dirigida con delicadeza por M. Aguilar acompañó muy bien a Francisco Olmo, en el desarrollo de los tres movimientos, que fueron dichos con limpieza y pulcritud, en los que lució su buen decir en las coloraturas de la obra barroca.

El público aplaudió muy fuerte al final y le dijo ¡bravo! a Paquito tras su perfecta actuación, sin fallo alguno. Saludó varias veces.

Cerró la segunda parte una obra muy de estas fechas (Concierto de Año Nuevo en Viena), que para una orquesta de estas características, más no se le puede pedir, pues sonó bien, marcando todos los ritmos que la obra pide. Fue el “Vals del Emperador” del vienés Johann Strauss (hijo) (1825-1899), el famoso compositor conocido sobre todo por sus valses. Se llevó muy bien por el director, que no dejó “cabo suelto” y la orquesta respondió. El público la aplaudió también y al ser obra muy conocida, estimó se había hecho bien.

En la 3ª parte, más corta, se hicieron tres villancicos, con la orquesta y coro, bajo la dirección de Manuel Aguilar. Estos fueron:

“Faroles de Pascua”, bello villancico muy melódico, argentino.

“La cuesta del Reventón” pincelada cordobesa de Ramón Medina, con su ritmo y que es muy conocido.

Y por último ¡Vamos allá! villancico popular egabrense, que siempre cierra este tradicional Concierto de Navidad, en el que el director invita a los presentes a cantarlo junto al coro. Muchas palmas para finalizar el concierto.

Una noche, en la que el C.F.E. puso su música ante los egabrenses, que consideran a esta institución como una de las más importantes, de las que conforman la cultura de Cabra.

Rafael Nieto López.